Biografias de los Ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de la Republica Argentina correspondientes a sus primeros 100 años -1862 a 1962-.
Hector J. Tanzi ha redactado una pormenorizada biografía de Repetto. Señala que fue nombrado juez de la Corte por el presidente Alvear, por decreto del 27 de septiembre de 1923 en la vacante dejada por Dámaso Palacio y renunció por exigencias de salud, según decía en la nota elevada a la Corte, aceptada por Acordada del 24 de abril de 1946, Fallos: 207:5, y por decreto del Poder Ejecutivo del 22 de mayo de ese año. No debió ser ajeno a este paso el triunfo de Perón.
Había nacido en Buenos Aires el 13 de febrero de 1881 y terminado sus estudios de abogacía en 1908 con una tesis titulada Algunas consideraciones sobre el régimen inmobiliario e hipotecario (42 hojas). Estos, en general, más que trabajos originales o de investigación, eran pequeñas monografías que se realizaban luego de completar las materias. Pero la de Repetto ofrece ideas originales sobre el sistema de bienes raíces.
Desde su etapa de estudiante universitario se destaca. Juan Antonio Bibiloni, gran profesor y civilista, por entonces Ministro de Justicia e Instrucción Pública del presidente Figueroa Alcorta, lo nombró subsecretario de justicia, cargo que desempeñó entre 1907 y 1910. Por la misma época fue profesor suplente de derecho civil en la Universidad de Buenos Aires.
La vocación de Repetto por la carrera judicial, quedó definida cuando en 1910 fue nombrado juez civil en la Capital Federal. Seis años después era juez de la cámara civil y en 1923 de la Corte. Se comenta que el presidente Alvear propuso a Repetto sin conocerlo personalmente y por los destacados antecedentes que le llevaron del juez civil.
En la Corte vivió los tiempos de Bermejo y luego con Figueroa Alcorta. Este último falleció en diciembre de 1931 y Repetto fue elegido por sus pares para la presidencia (Acordada del 22 de junio de 1932) y por el Ejecutivo por decreto del mismo día.
Le tocó un período de alteraciones institucionales y de cambios profundos. Se adhirió al conservadorismo intervencionista de la primera etapa del período y enfrentó la embestida autoritaria del gobierno militar de 1943.
A mediados de 1926 el Ejecutivo designó una comisión para reformar el Código Civil, y Repetto la presidió como representante de la Corte; la integraban Julián V. Pera de la Cámara Civil, luego colega en la Corte, Raymundo Salvat, Héctor Lafaille, Juan Carlos Rébora, Enrique Martínez Paz, José A. Gervasoni, Juan Antonio Bibiloni y Rodolfo Rivarola. Se le encargó a Bibiloni que redactara un proyecto, que presentó en 1932. La comisión continuó las tareas de revisión del proyecto, reuniéndose muy espaciadamente, según las actas que recogió el secretario Ricardo E. Rey, que luego lo fue de la Corte. En octubre de 1936 se elevó el Proyecto de la Comisión reformadora que había quedado integrada con Repetto, Rivarola, Martínez Paz, Lafaille y el camarista Gastón Federico Tobal.
En 1932 Repetto fue nombrado presidente de la Comisión Internacional de Conciliación prevista en el tratado entre Bélgica y los Estados Unidos. También fue miembro de la Academia de Derecho y Ciencias Sociales. Amó la literatura y formó una familia con Martina Britos, con quien tuvo varios hijos, dos varones abogados que lo representarían en el juicio político al que fue sometido por el gobierno peronista pese a su renuncia. Vivía en el barrio de Belgrano, calle Sucre 2025. Falleció en Buenos Aires el 21 de junio de 1950. (Héctor P. Lanfranco lo recordó en una conferencia: Roberto Repetto, arquetipo de juez, publicada en el libro “Conferencias y estudios”, de la Biblioteca de la Acad. Nac. de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires, 1988).
Fuentes:
Tanzi, Héctor J. “Historia Ideológica de la CSJN 1930-1947” IUSHISTORIA Revista Electrónica Nº 1 - 2ª edición, corregida – Marzo de 2005 Buenos Aires, Argentina. Universidad del Salvador, Facultad de Ciencias Jurídicas.
Manili, Pablo L. “Evolución de la Jurisprudencia de la CSJN 1863-2007”, Editorial Universidad, Bs. As. octubre de 2007.
* en la foto el Juez Roberto Repetto y el Presidente de facto General Ramírez.
Palabras del Diputado Antonio Calabrese en el proyecto de declaración de homenaje a José Benjamín Gorostiaga.
“Para fundar este proyecto de declaración en homenaje al jurista santiagueño José Benjamín Gorostiaga con motivo de cumplirse este mes el centésimo quincuagésimo cuarto aniversario de la sanción de la Constitución Nacional.
Nunca antes, ni después de José Benjamín Gorostiaga, como dice los fundamentos escritos, un hijo de esta tierra ocupó tantas y tan relevantes funciones y realizó una obra tan importante para la República.
Gorostiaga fue constituyente por la provincia en 1853 y en 1860 y también fue constituyente por la provincia de Buenos Aires en 1870; fue Ministro del Interior y Ministro de Hacienda en la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento; fue Presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires; fue Ministro de la Corte Suprema de la Nación: fue Presidente de la misma durante diez años de los veinte que la integró; fue docente universitario y académico de derecho en 1885; integró la Comisión Redactora del Código de Comercio de la Nación, pero además tiene dos antecedentes importantes que demuestran su preocupación permanente por los problemas nacionales.
Fue en 1890, habiendo dejado la Corte hacía dos o tres años, miembro de la "Junta Consultiva" de la Revolución del '90 con Leandro Alem, Bartolomé Mitre, y Bernardo de Irigoyen entre otros; pero también fue, señor Presidente, fundador y miembro de la Junta Ejecutiva de la Unión Cívica que presidía Leandro Alem y que es la antecesora de la Unión Cívica Radical de hoy.
José Benjamín Gorostiaga integra esa Junta Ejecutiva en representación del Club, así se llamaban los Comité en aquellas épocas, de Catedral al Norte. Pero más allá de todos estos cargos ejercidos por nuestro comprovinciano la obra magna que lo destaca y que lo ha hecho entrar en la historia es la autoría, digo yo y lo veremos después también en otros autores, de la Constitución Nacional.
Constitución Nacional que es una de las más viejas del mundo y cuyo plazo de vigencia es uno de los más largos, lo que quiere decir que el Constituyente, en este caso, el santiagueño Gorostiaga, captó la esencia, el espíritu del pueblo que estaba destinado a recibir esta Constitución.
Generaciones. Gorostiaga fue a los 29 años Convencional Constituyente por esta provincia junto con el Presbítero Benjamín Lavaisse; Gorostiaga tenía 29 años, Lavaisse 30 y el Gobernador que los enviaba Manuel Taboada, tenía 34. Eran hombres de una misma generación, como dice en su obra Jaime Perriaux, "Las Generaciones Argentinas" en el concepto que Ortega y Gasset desarrollara en la Universidad Central de Madrid; esas generaciones que se daban cada 15 años citando como ejemplo a estos personajes. En los altos de la panadería de Merengo, en la Ciudad de Santa Fe, en la Navidad de 1852 hasta fin de enero de 1853 tras el calor y la humedad de los días, se veía por las noches encendidas las luces del cuarto donde vivía José Benjamín Gorostiaga que tenía costumbres verdaderamente ascéticas para la época; era un hombre alto, erguido, según dicen Carlos Ibarguren y José Maria Zuviría, hijo del Presidente de aquella Asamblea Constituyente, en el retrato físico que le hacen, de finos modales, educado, un hombre de barba negra, pelo enrulado y compacto, de mirada profunda y ojos oscuros. En aquella época en donde la vida social era muy intensa en Santa Fe y tres de los veintisiete Convencionales Constituyentes, inclusive, se casaron en Santa Fe con santafesinas; este hombre, nuestro comprovinciano que también era soltero, no asistió a ninguna reunión social porque dedicó todo su tiempo a redactar "el esbozo" y el anteproyecto de la Constitución. En este sentido, dice Paul Groussac, que no se ha escrito todavía la historia del Congreso de Santa Fe, pero cuando se escriba, seguramente se le reconocerá al jurista santiagueño su importante obra y su peso dentro de la Convención Constituyente. "Si es lícito adjudicar, dice Paul Groussac, la autoría de la Constitución a alguien, ese alguien es el doctor José Benjamín Gorostiaga". Esto lo dice en su obra "Estudios Históricos Argentinos" en el capítulo correspondiente a "Las Bases" de Alberdi.
En las antípodas del pensamiento político de Paul Groussac, José María Rosa en su obra "Nos los Representantes...", publicada por la Editorial Theoría en el mes de julio de 1955, dice, que "toda la labor de la comisión se puede resumir en la labor personal de José Benjamín Gorostiaga".
Carlos Sánchez Viamonte al prologar la obra de Jorge Reinaldo Vanossi le adjudica, no solamente la autoría, sino la interpretación de la Constitución al doctor José Benjamín Gorostiaga.
Jorge Mitre en una edición de "La Nación del 22 de marzo de 1953" recuerda que Bartolomé Mitre le dijo de sus propios labios que "Groussac tiene razón en lo que dice, lo que pasa es que no entiendo como se animó a decirlo". Pero la obra más importante al respecto, es la de Jorge Reinaldo Vanossi. Fue su tesis doctoral en la Universidad del Litoral, escrita en el año 1970, y publicada con el titulo de "José Benjamín Gorostiaga y su influencia en la Constitución Nacional y su Jurisprudencia"; allí dice Jorge Reinaldo Vanossi que la obra de José Benjamín Gorostiaga surge de su anteproyecto, que es un testimonio irrefutable de su autoría. El anteproyecto se encuentra en manuscrito, en la sección manuscritos del Archivo de la Biblioteca Nacional.
Clodomiro Zavalía, otro autor famoso de derecho público provincial y municipal, en conferencia dictada en el año 1940 en base a los antecedentes que le había dado el entonces embajador de Argentina en Estados Unidos doctor Espil, dice que también se encuentra una copia de este esbozo hecha de puño y letra de José Benjamín Gorostiaga en los archivos de la Secretaría de Estado en Washington. Pero tal vez fue José Seco Villalba, que publicó en 1943 el libro "Fuentes de la Constitución Argentina", el autor más importante sobre este tema, porque a él siguieron después la mayoría de los constitucionalistas y dice José Seco Villalba, al señalarlo como autor "que su esbozo como tal, es la escritura textual", que después se transformó en la Constitución Argentina.
Alberdi o Gorostiaga? Ernesto Quesada, en el bufete de cuyo padre trabajó José Benjamín Gorostiaga como abogado, cuando recién se recibió en 1844 en la Universidad de Buenos Aires, dice en la obra "Pujol en la época de la Confederación Argentina" y en una carta remitida a González Calderón, que también reproduce en su obra "Tratado de Derecho Constitucional" que José Benjamín Gorostiaga, redactó todo el texto y que la influencia de Juan Bautista Alberdi fue nula, porque se refirió solamente a la obra de Pellegrino Rossi comentando la Confederación Helvética y el conocimiento de los idiomas foráneos sobre todo del inglés que tenía José Benjamín Gorostiaga, le había permitido conocer esa obra en fuente directa.
Alberto Ricardo Dalla Vía, que es uno de los profesores titulares de Derecho Constitucional en la Universidad de Buenos Aires, escribió una obra con motivo del Sesquicentenario de la Constitución que se llama "Itinerario y Vigencia de la Constitución Histórica" y allí sigue la teoría de Vanossi y de Seco Villalba y sostiene sobre la autoría de Gorostiaga y los borradores de su anteproyecto, es decir el esbozo, que son la prueba irrefutable de su autoría. Y de allí que no solamente en el preámbulo y en la parte orgánica, es textual al proyecto de Gorostiaga y se diferencia de Alberdi en que el preámbulo por ejemplo, redactado por Gorostiaga, es totalmente distinto al de Alberdi, y que el sistema rentístico del Articulo 4o, también es totalmente diferente, porque Alberdi proponía que el tesoro nacional se formara con impuestos a las provincias y sin embargo Gorostiaga, logra sancionar que la Nación tenga facultad para crear también impuestos indirectos. Pero fundamentalmente, dice Dalla Vía, en la influencia de Mariano Fragueiro, en la obra "Cuestiones Argentinas", que reconoce expresamente Gorostiaga haber considerado en sus manuscritos, es en el sistema económico de la Constitución que se aparta del liberalismo alberdiano y sostiene en el Articulo 64, inciso 16 la protección de la industrial nacional y en el Articulo 64 Inciso 5 la creación de un Banco Nacional, al que Alberdi también se oponía.
Hay una anécdota para situarnos en la época que cita Horacio Salduna, historiador entrerriano, que recuerda que para entonces, en Europa, para situarnos en su momento, dice que se había realizado un Congreso de libre cambistas lo que hoy llamamos libre empresistas o de la libertad económica y se lo había invitado al ex Presidente de los Estados Unidos, Ulises Grant, dado que Estados Unidos había adoptado un sistema proteccionista diferente al que pretendían los británicos con el librecambismo. Cuando termina el Congreso, los libre cambistas le quieren sacar una expresión favorable al General Grant, acerca del librecambismo y sostiene que Grant responde que sí, que tienen razón, que es un gran sistema, que Inglaterra lo aplica recién después de tener 200 años de proteccionismo y que ahora Estados Unidos que recién implanta esto último, cuando tenga también 200 años de proteccionismo va a instalar seguramente el librecambismo como lo hacían los ingleses, y esta postura es la que adopta Gorostiaga en la Constitución Nacional.
Alberto González Arzac, en su obra "Convencionales Constituyentes" dice que "Alberdi quiso lucir a su manera una constitución que no ha sido hecha a su medida". Pero sobre todo Bartolomé Mitre, en las ediciones de La Nación del 16, 17, 18 de Noviembre y 21 de Diciembre de 1880 y 10 y 26 de junio de 1881 en donde habla sobre "La obra constitucional del Dr. Alberdi" sostiene la poca influencia que tuvo el pensador tucumano sobre la Constitución y le otorga a José Benjamín Gorostiaga, todo el peso y la influencia de su autoría. Hubo autores muy importantes de la historia constitucional del país Retrato de José Benjamín Gorostiaga por Antonio Alice como José Rafael López Rosas, que en su obra "Historia Constitucional" también sostiene sobre los papeles de José Benjamín Gorostiaga que de ese trabajo no puede hablarse que sea una fuente o modelo, porque es en realidad la Constitución misma. Más sobre la autoría Félix Chaparro, en su obra "El Liberalismo en la Constitución del 53" también sigue esta postura y el constitucionalista contemporáneo Dr. Alberto Bianchi, también profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Buenos Aires en el prólogo de la obra de Baeza, "Exégesis de la Constitución" también dice que "a impulso de la influencia de Gorostiaga, se rechazó el proyecto de Alberdi".
Por último, para no citar sino a 14 o 15 autores, en el trabajo más reciente y el más moderno que es el de Manuel García Mansilla y Ricardo Ramírez Calvo en su obra "Fuentes de la Constitución Nacional" que se publica, por Lexis Nexis, en el año 2007, sostienen que no puede dudarse bajo ningún concepto de la autoría de Gorostiaga sobre la Constitución.
Podría citar asimismo a Bidart Campos, cuando habla en su historia política y constitucional de las fuentes de la constitución y también podría citar a Martiré, o a Ornar Bravo, en "Historia de las Instituciones Argentinas" y a aquel gran amigo con quien corredactáramos la Constitución Provincial recientemente reformada, el doctor Carlos Colauti, también profesor de la Universidad de Buenos Aires en Derecho Constitucional, ya fallecido, que colocaba a Gorostiaga como fuente al ser autor del "esbozo", por lo menos en la parte orgánica y el preámbulo.
Pero más allá señor Presidente, de todas estas opiniones doctrinarias que era necesario mencionar, quiero decir que afirmábamos el concepto de la importancia de la autoría de Gorostiaga en el siguiente hecho: la Constitución del 53 tenía 107 artículos, de los cuales toda la doctrina es conteste en afirmar que el preámbulo y la parte orgánica es decir, la distribución de los tres poderes y la función de los tres poderes es autoría exclusiva de Gorostiaga, quedando en duda quien fue el autor de la parte dogmática que constaba de 31 artículos y que según las tablas de equivalencias de los artículos de la Constitución americana con la nuestra, que realizó Ernesto Padilla y que después comentó Carlos Fayt.
En su obra, el actual Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación "Las Fuentes de la Constitución Argentina", dice que 60 artículos de la constitución americana fueron reproducidos literalmente en la Constitución Argentina. Lo que nos deja en la parte dogmática solamente a los artículos 1,2, 5, 14, 15 y 19 al 29 es decir, solo 17 o 18 artículos de los 107 en los que habría alguna una duda sobre sí los hizo o no Gorostiaga. Pero las 40 intervenciones que tuvo en los debates de la Convención Constituyente y la defensa de todos ellos y la autoría del informe de la elevación, nos hacen pensar que obviamente si el no los redactó en su integridad fue muy importante en la sanción de los mismos.
Ahora me pregunto yo, ¿por qué fue tan mezquina la posteridad con nuestro comprovinciano, este jurista santiagueño tan destacado? Una anécdota Quiero recordar una anécdota que tal vez si la entendiéramos nos explicaría ese carácter mágico, ese misterio insondable del alma santiagueña, tan llena de contradicciones. Hacia 1854 siendo Ministro de Justicia de la Nación, Santiago Derqui manda a todas las provincias un pedido de informes para que digan cuantos abogados matriculados hay en cada una y como está el reglamento de justicia en cada una de ellas. Por oficio del 12 de Junio de ese mismo año, el Gobernador Manuel Taboada contesta que en Santiago del Estero, no hay ningún abogado inscripto, y que ni siquiera hay reglamento de justicia. Esta cuestión es extraordinaria. Mientras Santiago del Estero informa que no tiene ningún abogado inscripto, le dio a la Nación el abogado más importante que había en ese momento y que hizo su Constitución Nacional. Misterios del alma y las contradicciones del espíritu santiagueño... Creo que hay cuatro motivos fundamentales por los cuales la posteridad fue mezquina con José Benjamín Gorostiaga; el primero de ellos es su personalidad, un hombre -como decía Emilio Ravignani- "cuyos labios no se abrieron jamás para auto elogiarse", solamente hay un antecedente, que está en la Sección Manuscritos del Archivo de la Biblioteca Nacional en los papeles de Gorostiaga. Cuando él hace relación de todos los cargos que ha ocupado, dice, en uno de ellos, "redactor principal de la Constitución Nacional" y después se arrepiente y lo tacha, aparece tachado. Era tal su grandeza, como dice Félix Chaparro, que demuestra la autoría de la constitución, que él no obstante ser el miembro informante, el redactor de la constitución, el que hizo el informe de la elevación, firma al último, es el último de los Convencionales Constituyentes que firma y lo podemos ver en los facsímiles publicados en la obra de Chaparro mismo, en donde la firma de Gorostiaga es la última, es la que cierra el acta. Esta personalidad modesta, propia de los grandes, es tal vez una de las razones por las cuales la posteridad ha sido mezquina con él. La otra es su profunda vocación académica, que lo alejaba de la política, porque su importancia personal, la trascendencia de sus conocimientos y de su sabiduría, lo hacían permanentemente estar en la actividad política que el prefería rechazar; lo que ocurrió, por ejemplo, cuando fue designado candidato a Presidente de la Nación por un grupo de católicos militantes, como Pedro Goyena, José Manuel Estrada y los Frías, parientes de él, con el apoyo inclusive de Bartolomé Mitre, lo llevó a renunciar a la candidatura a Presidente cuando tenía muchas posibilidades de serlo, para dedicarse a su cargo o a su función de juez. La tercera causa, pienso que es la condición de católico practicante. Era un hombre profundamente católico, y en aquella época la masonería tenia una importancia vital, no solamente en las cuestiones trascendentales públicas sino también en el manejo, en la enseñanza y en la escritura de la historia. Hoy, nuestras calles, nuestras plazas, nuestras escuelas, están llenas de los nombres de los próceres que la masonería engendró. José Benjamín Gorostiaga era un hombre profundamente católico y obviamente, no era un hombre de ellos y su nombre lo recuerda solo una pequeña estación ferroviaria de la provincia de Buenos Aires y una calle del Barrio de Belgrano de esa ciudad. Y la cuarta razón, radica en nosotros, en los propios santiagueños, que no hemos sabido darle en el concierto nacional a José Benjamín Gorostiaga la posición que debiera tener. Hay un historiador santiagueño que admiro, que escribió la historia de Santiago del Estero dedicando un solo párrafo a Gorostiaga, manifestando que "se fue de chico y nunca más volvió" como si esto fuera descalificante, o acaso Juan Bautista Alberdi no se fue de chico de Tucumán y nunca más volvió? Sin embargo los tucumanos lo reivindican y están orgullosos de Alberdi, Rojas Paz y García Hamilton. El propio Bernardo Canal Feijoo, tiene una obra que se llama "Revolución y Constitución", muy voluminosa, de la biografía de Alberdi, y nadie escribió por Santiago del Estero la de José Benjamín Gorostiaga. Había nacido el 26 de Marzo de 1823 y murió el 3 de Octubre de 1891. Lo despidió una salva de cañonazos del Regimiento II de Artillería y una parada militar de los Batallones II, VII Y XII, de Infantería. Acompañaron sus restos -entre otros- Bartolomé Mitre, Luis Sáenz Peña, Amancio Alcorta y Julio Argentino Roca. Gorostiaga es, como nadie, acreedor y merecedor de aquella sentencia de Leopoldo Lugones sobre los santiagueños, la santiagueñidad de Gorostiaga se puede ajustar más que nadie a Lugones, que decía: "Que el santiagueño tiene la condición del viento, porque cuando sopla no le importa la polvareda que levanta".- Nada más, Señor Presidente.- (Aplausos prolongados en el recinto).
Semblanza de José Benjamin Gorostiaga efectuada por el Dr. Fernando N. Barrancos y Vedia al incorporarse a la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas en el sitial que ocupara el Dr. Roberto Repetto.
Fue el principal redactor del texto histórico de la Constitución Nacional de 1853 y miembro informante de la comisión de Negocios Constitucionales del Congreso General Constituyente, Juez y Presidente de la Corte Suprema de Justicia.
Gorostiaga había nacido en Santiago del Estero el 31 de marzo de 1822 y se graduó en Derecho en la Universidad de Buenos Aires. Su actuación pública la inició en 1852, como Ministro de Hacienda del Gobernador interino de la Provincia de Buenos Aires, don Vicente López y Planes.
Ese mismo año -1852- fue designado representante -junto con el padre Benjamín Lavaysse- de la provincia de Santiago del Estero ante el Congreso General Constituyente. En el anteproyecto de Constitución, Gorostiaga redactó de su puño y letra prácticamente la totalidad de la parte orgánica del texto así como el Preámbulo. Se inspiró en la Constitución de los Estados Unidos de 1787, en los comentarios de El Federalista de Hamilton, Madison y Jay, en el proyecto de Alberdi, y en la Constitución Argentina de 1826.
En 1865 Bartolomé Mitre lo designó Juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, cargo que desempeñó hasta 1868, fecha en que fue nombrado Ministro de Hacienda de la Nación; en 1871, durante la Presidencia de Sarmiento, fue designado nuevamente Juez de la Corte Suprema de Justicia, y luego, en 1877, el Presidente Avellaneda lo nombró a su vez Presidente de la Corte Suprema de Justicia, cargo que ejerció hasta 1887, cuando se retiró del Alto Tribunal. De tal modo, Gorostiaga integró la Corte Suprema de Justicia durante casi veinte años, con lo cual puede sostenerse con firmeza que fue un auténtico y celoso intérprete del texto que en gran parte había sido resultado de su inteligencia y de su erudición y, de tal modo, señaló rumbos en la fecunda tarea del Alto Tribunal.
Hijo de Benjamin José Nazar Yaniz y de Mercedes de Anchorena Aguirre, nació el 21 de noviembre de 1884 y falleció el 10 de noviembre de 1970 en la ciudad de Buenos Aires. Casó con Carmen Peña Zemborain, matrimonio del que nacieron 7 hijos.
Abogado egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Buenos Aires en 1908, obtuvo su título de Dr. en jurisprudencia en 1909 con diploma de honor.
Profesor de Derecho Administrativo Comparado en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La Plata en 1917, Decano de esa casa en 1920 y Presidente de la Universidad Nacional de la Plata por dos periodos, desde 1921 hasta 1927. También tuvo una dilatada actividad docente en la Universidad del Litoral. Fue distinguido como doctor honoris causa de las Universidades de Río de Janeiro y de Lima .
Secretario de Primera Instancia en la Justicia Federal de la capital federal en 1910, Procurador Fiscal en 1913 y Camarista Federal en 1919. Interventor Federal en la provincia de Tucumán en 1921. Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación desde 1935 hasta 1947, en que fue destituido por el primer gobierno peronista junto a los jueces Repetto, Ramos Mejía y Sagarna y al Procurador General Alvárez.
Sus fallos sentaron varias veces jurisprudencia constitucional, como por ejemplo su interpretación sobre el tema impositivo y las facultades concurrentes de Nación y Provincia o Municipios en lugares de Utilidad Nacional.
Entre sus obras escritas se destacan los siguientes títulos “Expropiación por causas de utilidad pública”, “Fueros parlamentarios”, “Constitucionalidad de los impuestos internos”, “Jubilación de ferroviarios”, “Naturaleza jurídica de la propiedad ferroviaria” y “Derecho de los legisladores electos”.
BIOGRAFÍA. Hijo de Florencio Varela Sanginés y de Justa Cané y Andrade, nació el 27 de mayo de 1845 en Montevideo mientras sus padres se encontraban exilados del régimen rosista. Abogado, político, historiador, desde 1868 se desempeño como abogado a ambas márgenes del Río de la Plata. Fue Fiscal ante las Cámaras de Apelaciones; Diputado en la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires –1874/1880-; Convencional Constituyente -bonaerense- en 1870/1873 y 1882/1889; Subsecretario de Estado en el Departamento de Interior –1868/1872-, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires –1887/1889-; Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación –1889/1899-. Autor de “Historia Constitucional de la República Argentina” obra que consta de cuatro tomos y que le fue encargada por el gobierno de la provincia de Buenos Aires para el Centenario. El 18 de agosto de 1868 habría sido iniciado en la Logia Constancia N°7, pese a que había sido propuesto para la Logia N°13, en la que desempeñó diversos puestos. También se destaco como escritor de novelas policiales bajo el seudonimo de Raúl Waleis, sobre su obra literaria puede consultarse el interesante artículo publicado en http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-3467-2009-06-16.html.
PRODUCCIÓN JURÍDICA. Como Miistro de la CSJN fue el autor de la disidencia formulada en el famoso caso "Cullen v. Llerena" sobre control de constitucionalidad y cuestiones politicas no judiciables, entre otras. Señala Clodomiro Zavalía en su obra "Historia de la Corte Suprema" que el Juez de la Corte Suprema Salustiano J. Zavalia fue reemplazado por el Dr. Luis V. Varela, cuyo nombramiento es de fecha 3 de abril de 1889, y continua "pertenecía a la conocida familia que tanto buen servidor ha proporcionado en distintas épocas a la república, fue hombre ilustrado y desempeñó múltiples funciones públicas".
NEXOS FAMILIARES Y GENEALOGICOS. Sobrino de los poetas Juan Cruz Varela -hermano de su padre- y Luis Dominguez y Lopez Camelo -, Ministro Plenipotenciario Argentino ante el Reino Unido y marido de Ana Cané, hermana de su madre, hermano del juez de la CSJN José Dominguez que a su vez estaba casado con la hermana de Santiago María del Carril, juez y presidente de la CSJN-. Primo hermano de Miguel Cané (h) y de Matilde Cané y Schüster que había casado con Francisco Barroetaveña, periodista, político, legislador, fundador de la Unión Cívica. Primo segundo de juana Rosa Cané y Silva casada con Emilio Juan Bautista Gouchon, periodista, abogado, legislador, secretario de actas de la revolución del '90. Hermano de Héctor Varela, periodista, politico; Mariano Varela, periodista, ministro del presidente Sarmiento. Casó en segundas nupcias con MARÍA JOSEFA VALLET Y Mac GUIRRE que era hija de Luis Eusebio Vallet y de Catalina Mac Guirre. Fueron padres de: A) LUIS VICENTE VARELA Y VALLET B) MARÍO LUIS VARELA Y VALLET, que falleció en la infancia. C) LUIS MARÍA VARELA Y VALLET, que casó con ELENA MARÍA CALVO RISTORINE, que era hija de Diego Julián Luciano Calvo y González y de Magdalena Celia Ristorine y Bustamante. Fueron padres de: a) FLORENCIO NICOLAS VARELA Y CALVO, que falleció a los 20 años. b) LUIS MARÍA VARELA Y CALVO que casó en primeras nupcias con MAGALÍ ANDRES y en segundas nupcias con ISABEL RIUS. Fueron padres ADRIAN VARELA Y RIUS y de PAULA VARELA Y RIUS c) JORGE LUIS VARELA Y CALVO que casó en primera nupcias con SILVIA CARLOMAGNO PILLADO, en segundas nupcias con LAURA BEATRIZ ORNSTEIN Y CORTEZ , hija del historiador militar Coronel Leopoldo Ornstein, y en terceras nupcias con una dama española, radicado en España. Fueron padres de: 1) SILVIA ELENA VARELA Y CARLOMAGNO 2) GUSTAVO ADRIAN VARELA Y CARLOMAGNO 3) HERNÁN LUIS VARELA Y ORNSTEIN, nacido el 14 de julio de 1961 y fallecido el 31 de enero de 1980. 4) ZOÉ VARELA Y ORNSTEIN que caso con ALFREDO COQUET. Padres de PAUL COQUET Y VARELA y DENISSE COQUET Y VARELA 5) RENEÉ BEATRIZ VARELA Y ORNSTEIN que casó con JOAQUIN ESTEBAN COSTA. Padres de VICTORIA INÉS COSTA Y VARELA, MATÍAS COSTA Y VARELA, CAMILA ANDREA COSTA Y VARELA yEZEQUIEL COSTA Y VARELA
Bibliografia consultada. Lappas, Alcibiades, obra citada. Rodríguez, Horacio y Arguindeguy, Pablo E., op. cit. p. 264 aparece citado con los siguientes datos: Asimilado a Teniente de Marina; Alta en 1862, Baja 1° de marzo de 1863, Secretario del Comandante en Jefe de la Escuadra. Zavalía, Clodomiro, "Historia de la CSJN", Bs. As, Peuser 1920.